Acromatopsia
La semana pasada una amiga me habló de un conocido suyo que veía todo en blanco y negro. La acromatopsia, que es como se llama la dolencia, se caracteriza por una ausencia parcial o total de la visión del color. Así, las personas con acromatopsia completa no pueden percibir colores distintos al negro, al blanco y a las escalas de grises. Por si esto fuera poco, con frecuencia la acromatopsia acarrea también otros problemas de la visión, como por ejemplo un aumento de la sensibilidad a la luz y el deslumbramiento (fotofobia), movimientos involuntarios de los ojos (nistagmus), reducción de la agudeza visual e hipermetropía. Este problema se produce porque la región sensible al color en la corteza temporal inferior (V8) está dañada. Sin duda, es un menoscabo importante en la vida de una persona pues, desde siempre se ha sabido que el color tiene una gran influencia en el estado de ánimo, los sentimientos y las emociones. Tanto es así que existen terapias basadas en el color (cromoterapia) mediante las cuales se busca armonizar el cuerpo basándose en la influencia de los sentidos sobre la mente. No cabe duda de que los colores evocan emociones, pues el color es una experiencia subjetiva y personal que suele producir reacciones fisiológicas. Afortunadamente, como el cerebro es sabio, se produce una especialización funcional. Por ello, los pacientes con acromatopsia no distinguen los colores, pero pueden escribir, leer, diferenciar formas y profundidades generadas a partir del movimiento mucho mejor que los demás. Además, ven mejor con poca luz, lo cual les da excelentes habilidades visuales nocturnas. Esto demuestra que aunque vivan en un mundo gris, sin ser pesimistas, pueden aprovechar sus capacidades en otros ámbitos. Y es que ya se sabe: en este mundo nada es verdad y nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira”. www.carloshidalgo.es