CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Amélie

AMÉLIE

El fabuloso destino de Amélie Poulain, como reza el título original, cumple 20 años. La extraordinaria película de Jean-Pierre Jeunet, que se repone en los cines este verano, consiguió cinco nominaciones al Oscar, dos Bafta, cuatro César, cuatro premios del cine europeo y un Goya como mejor película europea. El film cuenta pequeñas historias hilvanadas a toda velocidad de las peripecias de la joven camarera Amélie Poulain. Esta no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Nôtre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. A los 22 años, el mismo día que se entera de que Lady Di fallece, descubre que en su baño hay una pequeña caja que contiene juguetes, fotografías y cromos que un niño escondió 40 años atrás. Toma la decisión de buscarlo para entregarle la caja, descubriendo que su objetivo en la vida es mejorar la de los demás, en definitiva, lograr que las personas que están a su alrededor sean más felices. Así, idea toda clase de estrategias para intervenir, sin que los demás se den cuenta, en la vida de varias personas de su entorno (la portera de su finca, la estanquera de su trabajo o su vecino, el hombre de cristal, entre otros). Tres colores definen la película. El verde y rojo, que dominan el vestuario y la ambientación, y el ocre en el plano visual. La psicología del color diría que esos tres colores destacan la personalidad de la protagonista. El verde representando la esperanza, el amarillo relacionado con la alegría y el rojo expresión de la pasión. A pesar de que han pasado dos décadas, basta con escuchar algún acorde de la banda sonora, para recordar de inmediato a la joven parisina de ojos redondos, pelo corto y rostro aniñado que creo tendencia. www.carloshidalgo.es

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