EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo de opinión 07/11/2021
ASMR
Prácticamente un tercio de nuestra vida la pasamos durmiendo. Y aunque pueda parecer un tema baladí, el como descansamos tiene su importancia pues un problema relacionado con el ciclo vigilia-sueño nos puede condicionar la vida. Esto es debido a que las funciones del sueño son importantísimas para nuestro organismo. Así, pasar una buena noche mejora las capacidades de memoria y de resolución de problemas, siendo además las horas de sueño esenciales para cargar pilas. Pero no solo se trata de dormir bien, sino también de tener un sueño reparador, por lo que esas horas deben ser tranquilas y seguidas. Para conseguirlo, hace unos años que se ha puesto de moda utilizar el método ASMR, acrónimo de Respuesta Autónoma Sensorial Meridiana. Esto hace referencia al fenómeno en el que unos sonidos suaves provocan un efecto de hormigueo o relajación en el oyente. Todo comienza con un estímulo sonoro que provoca una reacción relajante y placentera iniciada en la zona craneal. Ejemplos de estos estímulos pueden ser: una persona susurrando al oído, el sonido que se produce al verter un líquido, pasar las hojas de un libro, estrujar con suavidad un papel, abrir y cerrar una cremallera, tamborilear sobre distintas superficies con la punta de los dedos o cepillarse el pelo. En general, todos aquellos sonidos suaves y monótonos que evoquen un momento de relax asociado al sonido. La sensación de placer que provoca es la misma que se obtiene en un masaje craneal: un hormigueo que recorre orejas, cabeza y columna vertebral. La ciencia asevera que estos estímulos provocan una sensación denominada “euforia de bajo grado”, distrayendo al usuario de pensamientos preocupantes al proporcionar un conjunto de sonidos reconfortantes y familiares. De todas formas, cuenta la leyenda que cuando no se puede dormir por la noche es porque se está despierto en los sueños de otra persona. Sea como sea, recuerda dormirte con un sueño y levantarte con un propósito. www.carloshidalgo.es