CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Ministerio de la Soledad

El Ministerio de la Soledad El término distopía hace referencia a un mundo imaginario en el que se ofrece un panorama desolador, donde el ser humano ha arruinado su existencia, o no ha logrado estabilizar la sociedad lo suficiente como para conseguir una vida apacible. En general, es un retrato horrible de una sociedad futura deshumanizada, ya sea a través de una dictadura perfecta, una guerra infinita o un mundo postapocalíptico. Desgraciadamente, los Ministerios de la Soledad ya no son una distopía en nuestra sociedad. Iniciada en Japón para combatir a los hikikomori (personas recluidas en su habitación), y continuada en el Reino Unido en 2018, cada vez son más los países que están creando estos Ministerios. La dinámica social de nuestra sociedad, ha ido sembrando el terreno idóneo para sufrir la soledad no deseada, especialmente para los mayores de 65 años, pero también en los más jóvenes. Cada vez hay más adolescentes que dicen sentirse solos y apartados de la sociedad manifestando ese sentimiento de dolor con autolesiones. No podemos olvidar que la mitad de las enfermedades mentales empiezan antes de los 18 años. Y es que, la soledad no deseada, es el principio de muchos problemas de salud mental, multiplicando por cinco el riesgo de sufrir depresión, y con ello el riesgo de suicidio. Si sentirse comprendido por los demás es un factor asociado a satisfacción con la vida, sentirse solo contribuye a la sensación de incomprensión que a menudo acompaña a la soledad. Porque un sentimiento prolongado de soledad, junto al aislamiento que provoca la falta de interacción social, repercute profundamente en nuestro bienestar mental, físico y emocional. www.carloshidalgo.es

Nunca te dejes de querer

Nunca te dejes de querer Cultivar el amor propio es un pilar esencial para que el engranaje de nuestra salud mental y emocional funcione bien, pues nos permite establecer límites saludables, tomar decisiones asertivas y desarrollar una actitud positiva hacia la vida. La manera más eficaz de cultivar ese amor propio es a través de la autocompasión, el autocuidado y la aceptación de uno mismo. Esta última, la autoaceptación, es el desafío de vernos y querernos tal como somos, reconociendo nuestras imperfecciones y errores sin juzgarnos, pues todos somos humanos y nos equivocamos. Todos cometemos fallos, tenemos piezas que no encajan y heridas que nos cuesta sanar, pero no por ello debemos tenernos animadversión. Perdonarnos nos libera y nos permite comenzar a amarnos de manera incondicional, porque somos mucho más grande que cualquier pensamiento o emoción aislada. Cuando hablamos de autocuidado nos referimos al acto de cuidar conscientemente de nuestra salud, especialmente la mental, lo que implica tener rutinas saludables que incluyan actividades como el ejercicio físico, unos buenos hábitos alimentarios y la práctica de la atención plena. Por último, se define la autocompasión como la práctica de ser amable y comprensivo con uno mismo en lugar de ser autocrítico. No olvidemos que para contrarrestar un insulto (más aún si nos lo decimos a nosotros mismo), se necesitan 5 cumplidos, ya que una palabra hiere más que una espada, causando tristeza, sembrando miedo y provocando inseguridad. Las palabras que utilizamos para describirnos influyen directamente en nuestra autoestima, motivación y bienestar. Así que, sé amable contigo mismo y háblate bien. Nunca te dejes de querer y jamás te dejes para después. www.carloshidalgo.es

KEEP CALM AND CARRY ON

Keep Calm and Carry On El slogan Keep Calm and Carry On (mantén la calma y sigue adelante), surgió durante la Segunda Guerra Mundial, momento en el que el Ministerio de Información Inglés probó diferentes mensajes para animar a la población a afrontar el peor escenario, invocando un estado mental de tranquilidad. Sin embargo, el cartel nunca se divulgó a gran escala, porque al gobierno le inquietaba la posibilidad de que la gente se molestara al dudar de su entereza. Enfrentarse a la desventura con la cabeza alta y una taza de té, forma parte de la flema británica, o lo que es lo mismo, de su capacidad para permanecer impasible ante la fatalidad. Fue en el 2.000 cuando el lema se expandió, apareciendo en muchos productos y convirtiéndose en una expresión general de perseverancia y quietud ante un desafío. Nos sentimos tan identificados con su mensaje porque la ansiedad está omnipresente en nuestra vida, de manera que una de las palabras más oídas es: ¡cálmate! Es un buen consejo, excepto cuando no funciona, que es la mayoría de las veces. Para disminuir la ansiedad, es importante poner en práctica estrategias efectivas como aceptar la realidad tal como es, practicar técnicas de relajación y meditación, y cambiar la perspectiva de la situación identificando los pensamientos irracionales, cambiándolos por otros más realistas. Conviene recordar que, aunque la ansiedad puede ser intensa, con las estrategias adecuadas, se puede aprender a manejar y recuperar la armonía. En definitiva, Keep Calm and Carry On, equivalente a nuestro Tranquilidad, Calma y Buenos Alimentos, siendo un recordatorio de la importancia de mantener el sosiego en el infortunio. www.carloshidalgo.es

El bovarismo

El bovarismo Madame Bovary, la novela de Gustave Flaubert, es un clásico de la literatura universal que destaca por su gran profundidad psicológica. La novela cuenta la historia de Emma Bovary, casada con el médico Charles Bovary a quien, pese a la devoción que siente por su esposa, ésta no le corresponde. El germen de la insatisfacción marital de Emma se encuentra en las novelas románticas que leía de joven, lo que le llevó a desarrollar un concepto ficticio e idealizado del amor. A medida que aumentaba el sentimiento de monotonía y mediocridad, Emma más se refugiaba en las novelas de amor, hasta el punto dealejarse tanto de la realidad, que no era capaz de distinguir fantasía y verdad. Y, así, la protagonista de esta novela da nombre al bovarismo, caracterizado por la insatisfacción permanente que se da por el choque que se produce entre una elevada expectativa y la cruda realidad. A pesar de que el bovarismo no se diagnostica como Trastorno, por lo que no aparece en los manuales diagnósticos de psicología, es un término empleado para definir una serie de síntomas que derivan en una afectación del comportamiento. De hecho, las características de negación de la realidad, idealización excesiva, fantasía de una vida perfecta e insatisfacción crónica, se encuentran presentes en el Trastorno Límite de la personalidad, en el Trastorno de la personalidad Narcicista y en el Trastorno Histriónico de la personalidad. En definitiva, el bovarismo nos recuerda la importancia de encontrar un equilibrio entre nuestros sueños y la realidad, evitando caer en la trampa de la insatisfacción crónica al vivir atrapado en nuestras propias fantasías. www.carloshidalgo.es

Ser ambivertido

Ser ambivertidoEs habitual que, cuando preguntamos por la personalidad de cada uno, diferenciemos entre introversión y extraversión como dos categorías independientes, valorándolas como una dicotomía: o eres una cosa, o eras la otra. Pero, como todo en la vida, nada es blanco o negro, ningún temperamento se puede situar 100% en una categoría. El término ambivertido se utiliza para nombrar un rasgo de personalidad que expresa características tanto de la introversión como de la extraversión, es decir, es un punto medio entre ambas. Para entender este concepto, debemos discernir la introversión y la extraversión, no como categorías independientes y separadas, sino como polos de una misma dimensión, dando la posibilidad de que las personas se sitúen en este continuo y siendo habitual presentar atributos de ambas categorías. Los introvertidos, están más vinculados a la introspección, mostrando un mayor interés y atención a su mundo interior, están centrados principalmente en sus propios pensamientos y emociones. Por su parte, los extravertidos muestran un mayor interés por el conocimiento del mundo exterior y por las relaciones sociales. Se considera que la ambiversión es un rasgo más funcional, puesto que permite al sujeto ser flexible, mostrando distintos modos de actuación, y pudiendo adaptarse a las distintas situaciones que se le presenten. Así, una de sus características es que pueden alternar entre comportamientos introvertidos y extravertidos según la situación, por mor de su adaptabilidad, pudiendo actuar de manera diferente según el contexto en que se encuentre. Una criatura mitad fiesta, mitad siesta, que desafía las categorías convencionales, como si estuviera jugando al ping-pong emocional consigo mismo, y ambos lados siempre parecen estar ganando. www.carloshidalgo.es

Libros curativos

Libros curativos El pasado martes se celebró el día libro, festividad que busca fomentar la lectura entre todos los públicos. Y es que leer nos ayuda a conocer culturas, a viajar en el tiempo y a cultivar nuestra mente. Además, permite escapar de las tensiones cotidianas, reducir el estrés, desarrollar habilidades cognitivas, activando la memoria a corto y largo plazo, aumentar el vocabulario y mejorar las habilidades expresivas. Por otro lado, también mejora el sueño, pues leer antes de dormir baja el nivel de estrés, preparándonos para un sueño profundo. En este punto, conviene apuntar que el Centro de Salud de Rafalafena, ha sido pionero a la hora de instaurar la biblioterapia en Atención Primaria, siendo cada vez más Centros los que se van adhiriendo a esta iniciativa. La biblioterapia se define como el uso de un texto para mejorar el bienestar físico y emocional, con el objetivo de facilitar un mejor entendimiento del proceso de su enfermedad. La metodología usada se basa en ordenar los libros por materias, indicando el perfil de paciente para el que está indicada su lectura. Así, en el catálogo hay libros que abordan temáticas relacionadas con la ansiedad, la depresión, el duelo, el Alzheimer, la adolescencia o la soledad. Podríamos decir que estamos ante una forma de terapia, que utiliza la lectura como herramienta para ayudar a las personas a mejorar su estado emocional, mental y físico. Y es que, leer un libro, aparte de ser un acto placentero, es un ejercicio que contribuye a mantener el cerebro sano, siendo una forma creativa y efectiva de terapia que complementa otras formas de tratamiento. www.carloshidalgo.es

Esto, también pasará

Esto, también pasará Cuenta una leyenda sufi que un Rey pidió, a los sabios de la corte, un mensaje breve que le ayudara en momentos de desesperación, tan corto que pudiese ser guardado dentro de un anillo. Los sabios podían haber escrito grandes tratados, pero pensar en un mensaje que contuviese sólo dos o tres palabras, les resultó muy difícil. El Rey tenía a un anciano sirviente al que también consultó, quien le dijo que no era un erudito, pero que sabía que mensaje poner. Se lo escribió en un papel, se lo entregó y le dijo que lo leyera solo cuando se encontrara en una situación desesperada. Poco tiempo después, el país fue invadido y el Rey, en su huida, recordó el mensaje del anillo. Sacó el papelito y leyó: esto, también pasará. En ese momento consiguió la serenidad necesaria para reunir de nuevo a su ejército y ganar la batalla. El día de la victoria, se hizo una gran celebración y, mientras el Rey se sentía orgulloso y ufano de sí mismo, el anciano, que estaba sentado a su lado, le dijo que era el momento de volver a leer el papelito. En ese momento, la altivez del Rey desapareció y comprendió que lo malo es tan transitorio como lo bueno. Y es que ninguna emoción es permanente, por lo que los momentos de alegría y de tristeza se deben aceptar como parte de la vida. Por eso, conviene tener presente la transitoriedad de las situaciones, invitando a la calma y la esperanza en momentos difíciles, recordándonos que ninguna coyuntura, por desafiante que sea, es permanente. Al mismo tiempo, también nos enseña a apreciar, disfrutar y valorar los momentos de felicidad, sabiendo que también son efímeros. Desde la montaña rusa de la alegría, hasta el carrusel de la tristeza, somos una noria de emociones, por lo que la próxima vez que estemos en un caos emocional, recordemos que somos los protagonistas de nuestra propia película, y que todas las emociones son solo escenas pasajeras en el guion de nuestra vida. www.carloshidalgo.es

Atiquifobia

Atiquifobia Gracias a los últimos avances en neurociencia, sabemos que fallar, equivocarse o frustrarse, por paradójico que resulte, es oportuno para que el cerebro mejore o se desarrolle, usando la capacidad innata que tiene de plasticidad cerebral. Al parecer, cometer un error hace que nuestro sistema nervioso se sienta incómodo, y esa molestia incita al cerebro a buscar una manera distinta de hacer las cosas, provocando reacciones químicas a nivel neuronal. Dicho de otra forma, conviene tener paciencia para soportar la incomodidad que provoca tener una equivocación, debido a que nuestro desarrollo cerebral en parte se produce cuando rastrea una manera diferente de hacer las cosas, generando más conexiones neuronales. Así que, lejos de querer tener una vida sin errores o desaciertos, es útil estar abierto al equívoco, porque estar incómodo estimula el progreso a nivel cerebral. La verdad es que la desazón que se produce cuando uno comete un error, es un sentimiento presente en la mayoría de las personas. El problema viene cuando este temor se convierte en irracional, paralizando a quien lo sufre. Eso es lo que sienten los diagnosticados con atiquifobia, un miedo persistente, anormal e injustificado a cometer errores condicionando su calidad de vida. Esta fobia suele tener su origen en algún trauma vivido en el pasado, en el que el fracaso estuvo presente, como experimentar una situación vergonzosa o humillante, que se ha quedado grabada en la memoria de forma negativa. Otra causa también puede ser tener una baja autoestima, ser perfeccionista o haber tenido unos padres muy exigentes. Para superarlo, la persona debe asimilar que sufrir un revés forma parte del crecimiento personal. Es decir, admitir que el error es parte de la vida, siendo conscientes de que, si se afronta cualquier tarea con una actitud positiva, se aumenta la probabilidad de que concluya con éxito. Como opina la célebre escritora J. K. Rowling: “Es imposible vivir sin fallar, a menos que se viva con tanto cuidado, que no se viva en absoluto, por lo que en este caso se habrá fracasado por defecto”. www.carloshidalgo.es

La bicicleta de Tolstói

La bicicleta de TolstóiSe dice que las personas que se encuentran en los estertores de la muerte, se arrepienten más de las buenas experiencias que no llevaron a cabo, que de las cosas malas que sí hicieron. Es un hecho demostrado que, cuando miramos hacia atrás, no hay peor sensación que el desasosiego que produce sentir que si se hubiese tenido voluntad, las decisiones que tomamos nos habrían llevado a una vida más feliz. Hasta hace poco tiempo, se creía que el cerebro alcanzaba la madurez máxima a los 25 años, momento en que termina su desarrollo. Pero, gracias a las últimas conclusiones sobre neuroplasticidad, se sabe que el cerebro tiene la capacidad de modificarse creando nuevas conexiones neuronales, para responder a las exigencias del entorno. Así, contrariamente a lo que se pensaba, esto se mantiene durante toda la vida, por lo que el aprendizaje puede (y debe) ser una constante en la vida de cualquier persona, ya que, sin importar la edad que se tenga, siempre puede uno cultivarse. Un paradigma de esto, lo encontramos en el novelista ruso León Tolstói. El autor de “Ana Karenina” o “Guerra y Paz” (quizás el libro de autoayuda más extenso de la historia, pues sus 1.900 páginas están trufadas de consejos y reflexiones), no solo fue digno de admiración por su obra literaria, sino también por la manera en cómo mantuvo al aprendizaje como algo esencial en su vida. A los 67 años, la Sociedad Moscovita de Amantes del Velocípedo, le regalo una bicicleta que venía acompañada de un manual de instrucciones. Para asombro de todos, Tolstói aprendió a montarla y a desplazarse con ella con gran soltura. Y es que, no importa la edad que uno tenga, nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento, a hablar un idioma, a iniciar unos estudios o alguna manualidad. Como dijo el insigne novelista ruso: “los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo. No hay éxito de la noche a la mañana, pues los grandes logros llevan su tiempo”. www.carloshidalgo.es

La ciencia de la felicidad

La ciencia de la felicidad A pesar de que la felicidad es un concepto multifacético que involucra matices emocionales, psicológicos y sociales, hay un aspecto biológico subyacente que también desempeña un papel crucial. Esta connotación biológica se relaciona con las hormonas, compuestos químicos producidos por el cuerpo que influyen en nuestra dicha y bienestar general. Entre las numerosas hormonas que afectan a nuestro estado de ánimo, hay cuatro que destacan particularmente por su papel en promover la sensación de alegría y felicidad. Estas son la dopamina, la serotonina, la oxitocina y las endorfinas. Estos cuatro neurotransmisores se activan o estimulan de formas diferentes y conocer su funcionamiento ofrece una visión asombrosa sobre cómo nuestro cuerpo regula nuestras emociones cuando experimenta el gozo, la satisfacción y el solaz. Por un lado, se conoce a la dopamina como el neurotransmisor del placer y la recompensa, ya que se libera en respuesta a experiencias placenteras, como comer algo delicioso, recibir un cumplido, escuchar música o hacer ejercicio. El segundo de los neurotransmisores es la serotonina, asociada comúnmente con sentimientos de felicidad, calma y satisfacción. Actividades como leer, dar un paseo o meditar ayuda a aumentar su nivel en el cuerpo. La oxitocina es conocida como la “hormona del amor”, pues se libera en respuesta al contacto físico cercano como besos, caricias o abrazos. Además de promover sentimientos de apego y vínculo en las relaciones interpersonales, también impulsa la empatía y la generosidad. Cultivar relaciones significativas, ser afectuoso y altruista aumenta los niveles. Por último, las endorfinas son los neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales del cuerpo, liberándose en respuesta al estrés o al dolor, aliviando el malestar. Hacer ejercicio, comer chocolate o reír, liberan endorfinas elevando nuestro estado de ánimo. En resumen, las hormonas de la felicidad desempeñan papeles diversos, pero interrelacionados en la promoción del bienestar emocional y, al comprender la química que hay detrás, podemos realizar acciones que fomenten un estado de ánimo positivo, cultivando una sensación duradera de bienestar. Porque la felicidad no está en el tener, sino en el ser. www.carloshidalgo.es