CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

El peligro de suponer

El peligro de suponer

Thomas Edison fue un científico particularmente prolífico. Considerado el inventor mas importante del mundo, registró 1.093 patentes, algunas de las cuales como el micrófono, el fonógrafo, la cámara o la bombilla incandescente, cambiarían por completo nuestras vidas. No es de extrañar que, buscando siempre rodearse de los mejores colaboradores, diseñara una entrevista de trabajo muy peculiar. Planteaba a los candidatos para ocupar un puesto de asistente una serie de preguntas extrañas como por ejemplo ¿De qué tipo de madera se fabrican los barriles de queroseno?, ¿Cómo se obtiene el ácido sulfúrico? o ¿Dónde se cultiva el algodón más fino del mundo? Algunos entrevistados se quejaron aduciendo que era imposible responder a todas sus preguntas, provocando tanto revuelo que hasta el diario The New York Times se hizo eco de ello. Edison publicó en el mismo periódico que cada error podría costar miles de dólares. Sin embargo, la entrevista no terminaba ahí. En la última prueba pedía al participante que probara un plato de sopa, descartando inmediatamente a quien le agregara sal antes de probarla. El inventor no quería contratar a personas que trabajaran con suposiciones. Para él, basarse en una suposición es un riesgo enorme pues implica dar por sentado algo sin pruebas suficientes. El problema de una suposición es que no se somete a prueba, asumiendo que es una verdad absoluta, sin percatarse de que se trata solo de una posibilidad dentro de un abanico de opciones. Las suposiciones nacen del miedo a la incertidumbre debido a que al cerebro no le gusta el espacio vacío, por lo que prefiere rellenarlo y trabajar con conclusiones, brindando una sensación de seguridad. Cuando llegamos a una solución que nos satisface, la damos por válida y no la contrastamos más, eligiendo sólo aquellos trozos de realidad que sirven para confirmar nuestra creencia. Con frecuencia, tomar decisiones basándose en una suposición, suele ser una fuente de conflictos interpersonales y grandes errores. www.carloshidalgo.es

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