EL VIOLADOR DEL ASCENSOR
La Policía detuvo la semana pasada a Pedro Gallego, conocido como el violador del ascensor y excarcelado en noviembre de 2013, acusado de cuatro agresiones sexuales en Madrid. En su día fue condenado a 273 años de prisión por el asesinato de dos jóvenes, además de 18 agresiones sexuales y violaciones. Aprovechaba su profesión como mecánico de ascensores para acceder a los portales de sus víctimas para, al llegar al ascensor, sujetarlas e introducirlas en el habitáculo forzándolas del modo mas cruel. Una de las características comunes en los violadores es que el objetivo real de su acción no es obtener gratificación sexual, sino la dominación. Por ello, buscan víctimas más débiles que ellos con el fin de ejercer el poder o el sometimiento para conseguir verlos humillados o por debajo de sí mismos. Y esto es así por su complejo de inferioridad y el elevado sentimiento de frustración vital que tienen en su vida diaria. Es una realidad que el tiempo que pasan en prisión sólo lo utilizan para urdir el próximo delito sexual, y nunca como método de reinserción, al no tener actitud de cambio, por lo que sería preferible una cadena perpetua. En 1959 el psicólogo Russell Church entrenó a unas ratas para que obtuviesen comida accionando una palanca. Las ratas aprendieron pronto la técnica de accionar la palanca para obtener alimento. Posteriormente se instaló un dispositivo mediante el cual, cada vez que una rata accionaba la palanca, no sólo recibía comida sino que además provocaba una dolorosa descarga eléctrica a la rata que vivía en la jaula de al lado. Cuando las ratas que accionaban la palanca se percataron de que tal acción causaba dolor a su vecina dejaron de accionarla. Las ratas prefirieron pasar hambre que causar daño a otra rata. Sin duda, los violadores, son peores que las ratas. www.carloshidalgo.es