EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 7/08/2022
ELVIS
El director Baz Luhrmann es el creador de una de las películas del momento, Elvis, film biográfico en torno a la vida de Elvis Presley. Interpretado magistralmente por Austin Butler, la película está centrada en la compleja relación entre el Rey del Rock y su misterioso agente: el coronel Tom Parker, interpretado por Tom Hanks. Elvis Aron Presley murió con 42 años y 120 kilos, una cifra excesiva para un hombre que, en su juventud, no pasaba de 70 kilos. Su autopsia reveló que la noche de su muerte había tomado 14 medicamentos distintos: estimulantes, tranquilizantes, barbitúricos, narcóticos, laxantes, etc. Todo ello, eso sí, con receta médica. Para comprender sus adicciones hay que conocer sus orígenes. Y es que su propio nacimiento estuvo marcado por la muerte, porque su madre estaba embarazada de gemelos, siendo su hermano gemelo, Jesse Garon, el que murió en el parto. Elvis nació 35 minutos después, con el convencimiento por parte de sus padres de que también nacería muerto. Este es el motivo por el que su madre fue extremadamente protectora con él. Gladys (la madre del cantante) creía que su único hijo superviviente había heredado el alma de Jesse, por lo que iba a ser una persona especial (un hombre doble). A todo esto, hay que añadir que la madre intentó tener más hijos, pero los embarazos terminaban en abortos espontáneos, lo que hizo que aumentara aún más el vínculo con él. De hecho, madre e hijo eran tan cercanos que, hasta bien entrada la edad adulta, seguían utilizando entre ellos el mismo lenguaje infantil y los mismos apodos. Obviamente, su primera canción fue para su madre. A los 18 años, grabó en Memphis My Happiness como regalo de cumpleaños para Gladys. A la angustia de ser un gemelo solitario, se unió la precoz muerte de la madre cuando Elvis contaba con 23 años. Ese fue el comienzo de su descenso al infierno de los barbitúricos. www.carloshidalgo.es