ERRARE HUMANUM EST
Coincidiendo con el 50 aniversario de la película “Bonnie & Clyde”, la Academia de Hollywood quiso que fueran Warren Beatty y Faye Dunaway, sus protagonistas, los encargados de entregar el galardón mas importante de la noche de los Oscars. Sin duda, estas dos leyendas pasaran a la historia no solo por su dilatada carrera sino también por el craso error cometido, al leer mal el nombre del ganador debido a que recibieron un sobre duplicado, de un galardón ya entregado. La empresa encargada de custodiar los sobres, PriceWaterHouse, ha pedido disculpas. Sólo dos miembros de la firma auditora (Brian Cullinan y Martha Ruiz) son los que mantienen en su poder dos maletines idénticos con los 24 sobres de los premiados, y que sólo se abren durante la ceremonia de la mano del encargado de entregar el premio. Cullinan y Martha incluso acuden a la gala en vehículos y rutas distintas, por si acaso el tráfico pudiese jugarles una mala pasada a la hora de llegar puntuales al Dolby Theatre. Al llegar se sitúan de pie, en lados opuestos del escenario durante toda la noche. Ceremonioso si, pero no parece muy complicado, la verdad; y en realidad se produjo un fallo bochornoso. Es cierto que errar es humano y que muchas veces es la forma que tiene el ser humano de crecer, pues las equivocaciones son claves para aprender. Tampoco es menos cierto que es honesto reconocer un error. Contrariamente al pensamiento mágico que indica que eso resta mérito o valor a la persona, el asumir un error es un gesto de grandeza. Ahora bien, hay errores y errores, y es difícilmente justificable que dos cabezas pensantes, que sólo tienen el cometido de custodiar un maletín durante 5 días, se despisten de esa manera. Lamentable. www.carloshidalgo.es