EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo de opinión 21/11/2021
Fasters
Puede que nos sorprenda, pero cada vez hay más espectadores que ven series y oyentes que devoran podcasts hasta el doble de la velocidad original. Una cosa es que, de manera puntual, alguna vez se haya escuchado un contenido a 1,5x de su velocidad real, pero puede convertirse en un problema si la práctica se normaliza. En 2017, BuzzFeed, empresa de medios de comunicación norteamericana centrada en el seguimiento del contenido viral que circula por la red, definió el término faster para aquel grupo de sujetos que necesita ver el contenido de sus series, podcasts o audiolibros a una mayor velocidad de la real. El razonamiento en el que se basa este clan es que necesitan que todo vaya más rápido, porque sino se aburren y se distraen. Es decir, que el aumento de velocidad tiene como objetivo mantener la atención, condensando así el entretenimiento. Puede ser que, a una velocidad de 1,5x, las voces no se distorsionen mucho y pueda llegar a entenderse lo que se escucha. Pero una serie no solo es una historia contada, es también cómo se cuenta: el plano, las pausas, el dialogo, la propia interpretación, la música, etc. Y viéndolo a una velocidad alta sin duda se desvirtúa el propósito. Es cierto que vivimos en una sociedad que se mueve tremendamente deprisa, en la que los avances tecnológicos nos han traído comodidades y posibilidades impensables hace un tiempo. Pero olvidamos los problemas que esta generando. Y es que cada vez nos cuesta más la interacción social, ejercitamos menos la memoria, aumentamos el déficit de atención y perdemos la habilidad espacial. Estamos en un bucle de productividad tal que no se nos permite desconectar ni si quiera en el ocio, adoptando la prisa como estilo de vida. Y, la prisa, no es un valor añadido. Gregorio Marañón ya dijo: “Es posible que algún día acabemos con las enfermedades, pero será la prisa la que acabe con nosotros”. www.carloshidalgo.es