GENIOS DE LA HISTORIA
Recientemente se han descubierto ciertas variables que podrían ser claves para comprender el secreto de los genios de la humanidad. Así, hay tres características básicas entre todos ellos: poseer una gran inteligencia (era de suponer), tener un altísimo poder de concentración y una increíble capacidad para poder sumergirse en sus trabajos. Leonardo, Miguel Ángel, Marie Curie, Newton, Voltaire, Einstein o Bach, compartían esta capacidad de aislamiento y extrema concentración, llegando incluso a una sublime abstracción, difícil de encontrar en el resto de los mortales. Porque por lo visto, nadie ha pasado a la historia por demostrar un nivel de genio sin haber pasado una gran cantidad de tiempo concentrado en lo que se desea desarrollar, sea cual sea su campo (artístico, científico, etc.). Ser capaz de dominar la mente, dirigirla a una tarea específica, mantenerla en ella y vivirla con pasión, parece ser la llave de la sabiduría y la genialidad. Porque hay quien piensa que un genio nace, no se hace, que sencillamente tiene el talento para una actividad concreta y le basta con desarrollarla para alcanzar la excelencia. Pero esto además de simple, es una visión falsa de la realidad, porque aunque el talento es esencial, se necesitan otras características como ser curioso, impulsivo, crítico con su trabajo, empleando una considerable cantidad de tiempo en reflexionar acerca de lo que se quiere alcanzar, si se ha tenido éxito o no y, si no lo ha logrado, qué se debe hacer diferente, utilizando siempre un método ordenado dirigido a construir, sin importar el tiempo que se emplee, pues tienen una amplia capacidad para generar una autocrítica constructiva. Además, también son metódicos, sacrificados y disciplinados. Un último dato: trabajan siempre por pasión, nunca por dinero. www.carloshidalgo.es