CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Il dolce far niente

DOLCE FAR NIENTE

De manera literal, Il dolce far niente, en italiano, se podría traducir como la ociosidad que resulta agradable, filosofía que nos permite descubrir el encanto que tiene la simpleza de la vida. No se trata de perder el tiempo, ni de sucumbir a la pereza, sino de disfrutar de la vida a través de los pequeños placeres. Sería pues, encontrar un tiempo para desconectar, para no inquietarse por lo que nos deparará el futuro, ni para desasosegarse por lo ocurrido en el pasado. O lo que es lo mismo, para centrarse en el presente. Porque ¿Qué otro momento existe para vivir que no sea ahora? Y como todo en la vida, no se trata de adoptar esta filosofía de un día para otro, sino que hay que tratarlo más bien como un proceso en el que poco a poco se vayan incorporando en nuestra rutina momentos de serenidad. Esto es Il dolce far niente. Escuchar una canción, saborear una onza de chocolate, tomar el sol, oler a tierra mojada, oír a los pájaros cantar, ver el mar, leer un libro, oler comida recién hecha, dar un abrazo, comer un helado… Estos pequeños placeres, nos harán un poco más felices sin necesidad de grandes inversiones de tiempo, ni de dinero. Esta es una manera de fomentar nuestra parte hedonista, el carpe diem, realizando pequeñas actividades que nos reporten placer. Porque la filosofía hedonista aboga por una felicidad tangible, buscando la alegría que se experimenta a la hora de realizar pequeñas actividades gratificantes. Se trata de buscar la sensación de placer y la motivación evitando el malestar. Así que, conviene caer de vez en cuando en esta refinada holgazanería huyendo de las tres aes de la depresión: apatía (falta de entusiasmo), anhedonia (incapacidad para sentir placer) y alexitimia (incapacidad para identificar las emociones). Porque como dijo John Lennon: La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes. www.carloshidalgo.es

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