CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Il Giotto

EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 14/08/2022

El círculo de Il Giotto

El Papa Bonifacio VIII (1.235-1.303) quería decorar la Antigua Basílica de San Pedro, por lo que envió a un oficial por toda la Toscana, en busca de los mejores artistas del momento. El nuncio visitaba a los más virtuosos, solicitando un ejemplo de su trabajo para el Pontífice. La realidad es que la entrega de las muestras de las obras no se hacía como préstamo sino como regalo, por lo que el Papa (caradura como pocos) esperaba recibir las mejores obras sin obligación de compensarlas. Esta práctica se conocía muy bien y, naturalmente, no era del gusto de los artistas. Llegado al taller de Giotto, el emisario le explicó su misión pidiendo una obra que diera idea de su competencia y estilo. El artista cogió un papel, metió un pincel en un bote de pintura y, de una única trazada, dibujo un círculo perfecto. “Ahí lo tiene,” le dijo, mientras se lo daba al oficial con una sonrisa. “¿Es todo lo que va a mandar a Su Santidad?”. “Es más que suficiente,” respondió. Cuando el enviado se lo enseñó al Papa, contándole cómo el artista lo había trazado a mano alzada, sin emplear el compás, éste comprendió su maestría premiándole con un encargo. Il Giotto, a la edad de 11 años, cuidaba de las ovejas de su padre. Para matar el tiempo dibujó con una tiza una de ellas sobre una piedra plana. Pasó por allí Cimabue, (iniciador de la escuela florentina del Trecento) quien, impresionado por el dibujo, pues la oveja era tridimensional y parecía viva, convenció a su padre para llevarse a su hijo como su discípulo a Florencia.Aprendiz divertido y bromista, en una ocasión dibujo una mosca en la nariz de un retrato que pintaba su maestro, y cuando Cimabue continuó con la obra, no hacía más que espantar la mosca con la mano, hasta que se percató de que estaba pintada. www.carloshidalgo.es

Deja un comentario

× Contacta