EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 12/06/2022
¿Insistir o desistir?
Hace unas semanas se viralizó el tuit de una estudiante gallega, Eunate Bañates, quien celebraba su graduación como Ingeniera Aeroespacial (titulación con la nota de corte más alta) dedicándoselo a la profesora que no vio futuro académico en ella. “Déjatelo, no llegarás a nada. Es mejor que te metas a limpiadora”, fueran las palabras que le dijo su profesora de Matemáticas en 1º de Bachiller. En un día, el tuit tuvo 150.000 visualizaciones, mientras recibía felicitaciones de amigos y profesores, pero también recriminaciones de haters (personas que muestran siempre actitudes hostiles). Hubo insultos para todos: para la profesora por su comentario desmotivador y denigrante hacia las limpiadoras, y para la estudiante por sañuda y rencorosa. Juvenal decía que la venganza es el débil placer para una mente pequeña y estrecha. Sea como fuere, es muy loable el tesón y la tenacidad que ha tenido Eunate para conseguir su sueño. Se ha extendido la idea de que la clave para convertir un sueño en realidad es perseverar con un empeño sistemático, a veces intentando seguir consejos ineficaces, hasta conseguirlo. Y, lo malo de esta idea, es que se deduce que, si no se logra la meta, es porque uno no se ha esforzado lo suficiente, con la consiguiente frustración. Como reacción, existe una corriente opuesta que aboga por abandonar las aspiraciones alegando que el ser humano no está capacitado para llegar a los logros que se proponga, con argumentos superficiales y poco elaborados. Esto, también es un error. La mejor manera de conseguir el bienestar, no es ni ponerse un objetivo prominente y luchar por conseguirlo a cualquier precio, ni desistir a las primeras de cambio. La forma correcta de que a uno le vaya bien en la vida es ir aprendiendo de lo que va aconteciendo, intentando tomar las mejores decisiones. Unas veces será perseverar y otras cambiar de rumbo, con el fin de intentar que nuestros sueños no se conviertan en pesadillas. www.carloshidalgo.es