CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

La bondad

La bondad

Se considera que la bondad es el pináculo de la inteligencia, el punto más cenital. Se suele definir bondad como la inclinación o tendencia a hacer el bien para evitar el sufrimiento o dolor a una persona o comunidad. Esto se podría pensar de un matrimonio británico que el pasado sábado vino a España a pasar las vacaciones en su chalé con piscina de Jávea. Su sorpresa fue que al llegar la vivienda estaba ocupada por una pareja de 25 y 20 años, que sólo aceptaba marcharse si los propietarios les daban dinero en efectivo para pagar diez noches de alojamiento en un hotel de Jávea, mas un taxi que los llevara allí. El pacto para que los ocupas abandonaran la vivienda, que habían invadido la semana anterior, tenía la exigencia también de no denunciarles a la Guardia Civil. No obstante, sí llamaron a la benemérita para explicar lo sucedido, por miedo a estar incurriendo en alguna ilegalidad ya que, si entraban a las bravas en la vivienda “ocupada”, aún siendo de su propiedad, podían ser ellos los que estuvieran cometiendo el delito. Tras salir los intrusos, comprobaron que la pareja había reventado puertas y descerrajado los armarios que tenían candados, dejando una montaña de platos y vasos sucios. Un deprimente caos. Eso si, los ocupas agradecieron a los dueños de la vivienda que les facilitaran un techo donde estar durante diez días. ¡Que majos! Es evidente que la bondad es una virtud superior, propia de personas altamente evolucionadas que proporciona bienestar emocional, siendo una cualidad que satisface mucho cuando se automatiza a través del hábito. De hecho, la mejor vida no es la mas larga, sino la mas rica en buenas acciones. Pero una cosa es ser bueno y otra ser memo, y conviene ir con cuidado de no cruzar la débil frontera que lo separa, porque siempre hay algún listillo que se aprovecha de ello. www.carloshidalgo.es

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