CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

LOS SECRETOS PESAN

LOS SECRETOS PESAN

Hace unas semanas falleció con 30 años de manera repentina, por una complicación de la enfermedad de Crohn que padecía, Gerald Cotten, CEO (Oficial Ejecutivo Jefe) de la empresa QuadrigaCX, la mayor empresa de inversión digital de Canadá. El empresario se llevó a la tumba la contraseña y la clave de recuperación para poder acceder a los 130 millones de euros que forman el activo de la empresa. En un intento por proteger el dinero, el fundador lo movía regularmente de un monedero digital a otro, protegido con contraseña y desconectado de Internet, con el objetivo de evitar el robo en caso de un hackeo. Su esposa, en una declaración jurada ante el juez, tratando de evitar la bancarrota de la empresa, ha asegurado que su marido guardó con tanto celo las claves que ni siquiera ella puede abrir su ordenador personal porque está encriptado. En este caso, guardar un secreto ha generado problemas financieros, pero por norma suele ocasionar problemas psicológicos. La explicación es que cuando una persona vela por un secreto, al relacionarlo con algo prohibido, inconscientemente suscita vergüenza, lo que a su vez origina ansiedad por no poder revelarlo. Un estudio de la Universidad de Nueva York ha concluido que los secretos que nos avergüenzan suelen atormentarnos más que aquellos que nos hacen sentir culpables, y que cuánto más tiempo se guarde más agotador será. Es un hecho constatado que la persona que esconde un secreto, debido al peso que supone su custodia, percibe la colina más empinada, la distancia más larga y la tarea más dura. Para evitarlo, se recomienda liberar la carga emocional, es decir, revelar el secreto. No se trata de traicionar la confianza, sino de elegir a la persona indicada para decirlo. Pero cuidado con esta elección porque se sabe que, debido a las nuevas tecnologías, el tiempo medio que tarda en desvelarse un secreto es de 22 minutos. www.carloshidalgo.es

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