EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo de opinión 10/01/2020
Nuevo año
EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo de opinión 10/01/2020
Nuevo año
Para la mayoría de personas iniciar un nuevo año significa la posibilidad de hacer un reinicio en la vida que permita poner en marcha objetivos y proyectos que el año anterior se quedaron solo en intenciones. Cierto es que dejamos atrás un año singular, baldío y odioso para unos, pero revelador, sobre nuestras debilidades y fortalezas, para otros. En este punto, lo primero que deberíamos hacer es repasar lo aprendido en 2020 para comprender que, muchos de los momentos que hemos experimentado, nos dejan una lección de vida al desarrollar valores tan importantes para la felicidad como el agradecimiento, la esperanza, la paciencia y la solidaridad. Y todo esto se ha producido por la principal fortaleza que tenemos los seres humanos para sobreponernos a la adversidad: la actitud. Sin importar los propósitos que nos planteemos este año, la felicidad va a depender en gran medida de la actitud que tengamos. Porque una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitudes, que no es otra cosa que la manera en que reaccionamos ante la vida. Una de las acciones cotidianas a practicar para tener una actitud positiva es sonreír. El gesto de sonreír acciona 12 músculos faciales generan la activación de los neurotransmisores de la felicidad: dopamina y serotonina. Valorar lo que tenemos y no estar centrados en lo que nos falta es otro acto a trabajar siendo agradecido y viviendo con gratitud. Existen dos clases de gratitud: la condicional y la incondicional. La primera consiste en sentirse bien cuando las cosas salen como uno espera. Pero como no siempre es así, acaba siendo una emoción fugaz y pasajera. La segunda es tener el hábito de agradecer sin ocurrir nada especial, estando agradecido por todo y por nada a la vez, incondicionalmente. Porque ser agradecido es entrenar a la memoria para recordar a quien nunca se olvidó de nosotros. Así que, gracias por leerme los domingos. www.carloshidalgo.es