CARLOS HIDALGO Psicólogo clínico

Puerto Hurraco

PUERTO HURRACO

El pasado miércoles se cumplieron 30 años de una historia negra de la criminología española: la matanza de Puerto Hurraco (Badajoz). Una serie de rencillas entre dos familias (los Pataspelás y los Amadeos) terminaron en agosto de 1990 por costarle la vida a nueve personas, sirviendo como prueba de cómo el germen del odio es la peor semilla del ser humano. El aislamiento social y la convivencia en un grupo cerrado, unido a un primitivismo cultural y a un empobrecimiento afectivo, alimentó el rencor y la inquina de los hermanos Izquierdo: Luciana y Ángela como instigadoras, y Emilio y Antonio como ejecutores. Esa tarde, en un acto de venganza sobre los que consideraban culpables del incendio de una casa en el que murió su madre, Antonio y Emilio salieron a la calle con una escopeta disparando primero sobre los vecinos apellidados Cabanillas y, posteriormente, sobre cualquiera que cruzara por la calle. Detenidos 9 horas después fueron condenados a 684 años de cárcel. Al principio se involucró a las hermanas Ángela y Luciana como posibles inductoras, pero dos años después fueron exculpadas por falta de pruebas que demostrasen su implicación directa. Ingresaron en un hospital psiquiátrico donde se les diagnosticó una folie à deux o locura compartida. Este trastorno, también llamado “trastorno paranoide compartido”, se caracteriza por que un sujeto dominante (inductor) tiene una idea delirante que logra inculcar en otro sujeto estrechamente vinculado con él. Así, el segundo sujeto pasa a compartir las creencias delirantes del inductor. Una condición imprescindible para que aparezca este trastorno es que haya una estrecha convivencia y un íntimo vínculo emocional entre las dos personas. El sometimiento y la falta de autonomía de un sujeto respecto del otro, son también indispensables. En este caso, la dependencia era tanta que Luciana, considerada la verdadera inductora de los crímenes, falleció el 1 de febrero del 2005 y su hermana Ángela pocos meses después. www.carloshidalgo.es

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