QUEROFOBIA
Parece de locos, pero el miedo a pasarlo bien existe. La querofobia, como así se llama, proviene del griego quero (regocijo) y phobia (miedo intenso), y se basa en un rechazo voluntario a participar en actividades ociosas o que a priori impliquen momentos alegres, jocosos y divertidos. La persona se siente incómoda en situaciones de jarana, generalmente por el miedo al vacío que les pueda venir cuando la situación festiva acabe. Es decir, el miedo que tienen es al impacto del cambio emocional. Cuando lo normal es estar aburrido o triste, uno se acostumbra y encuentra mas cómodo permanecer en ese estado, que subirse a la montaña rusa de la vida (que es lo normal) pues tolera mal los cambios emocionales. Este problema es habitual en personas tímidas, introvertidas, reservadas y con tendencia al pesimismo. Los principales síntomas de la querofobia son experimentar ansiedad antes de un acontecimiento potencialmente alegre como un cumpleaños, un viaje o una fiesta, evitar los eventos sociales en los que la persona intuye que se lo puede pasar bien (llevándole al aislamiento) y, por último, acunar ideas negativas que les hacen creer que si piensan en lo peor, estarán preparados para cuando esto ocurra. Además, si la persona es muy autoexigente cree que centrarse en la felicidad va a penalizar el esfuerzo por ser mejor persona, fomentando la desidia y la pereza (madre de todos los vicios). Lo cierto es que vivir huyendo de la felicidad es una tortura. Conviene recordar que las personas con este trastorno no deseen ser infelices, simplemente buscan evitar el sufrimiento. Y como por lo general esta inquina hacia la felicidad está relacionada con el hecho de aferrarse a creencias poco adaptativas, se hace imprescindible realizar una terapia psicológica con el objetivo de modificar los pensamientos negativos. Además, la terapia también ayudará a tolerar la frustración, consiguiendo disfrutar del momento presente mientras se obvia el futuro incierto. www.carloshidalgo.es