Resiliencia
En osteología, el término resiliencia se usa para expresar la capacidad que tienen los huesos para crecer en el sentido correcto después de una fractura. En ingeniería, la resiliencia describe la capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión deformadora, cuando cesa el esfuerzo que causa la deformación. En sociología, el término se utiliza para caracterizar a aquellos sujetos que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y socialmente exitosos. Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, que significa “saltar hacia atrás, rebotar, volver de un salto”, en referencia a la capacidad de sobreponerse y adaptarse a momentos críticos después de experimentar alguna situación inusual, inesperada y/o extrema. La extraordinaria emergencia sanitaria que estamos viviendo como consecuencia del coronavirus supone una amenaza para nuestra salud, poniendo a prueba nuestra estabilidad y fortaleza mental. En momentos como este, con circunstancias que nos llevan al límite, es cuando nos surgen dos alternativas: o bien bajar los brazos o bien sobreponernos y salir fortalecidos, es decir, apostar por la resiliencia. Ésta, a pesar de que pueda existir una tendencia genética que pueda predisponer a ella, no es una cualidad innata, no está impresa en los genes. La resiliencia es algo que todo el mundo puede desarrollar a lo largo de la vida con la fuerza y la voluntad necesaria para salir adelante. Las características esenciales de estas personas es que no se encierran en sí mismas, se adaptan al cambio, no esconden la realidad emocional sino que la integran en su vida, sin perder el tiempo en quejarse, con sentido del humor y enfocados en el presente mientras miran el mañana con esperanza. Todas las personas tenemos la capacidad de sobreponernos a un estímulo adverso, pero el uso decidido y firme de esta capacidad es lo que nos hace realmente resilientes. www.carloshidalgo.es