EL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO Artículo opinión 7/1/2024
SIN COMPASIÓN
La semana pasada, el Tribunal Supremo ratificó la absolución de un hombre cuya pareja falleció de un infarto de miocardio, al poco de que la dejara sola e indispuesta, pese a que se percató de la gravedad de la situación. Los hechos probados recogen que el acusado y la mujer, que mantenían una relación sentimental, habían quedado en verse, desplazándose con sus respectivos vehículos, a un motel de Alicante. Nada más entrar en la habitación, la mujer se sintió indispuesta, con mareos y náuseas, y decidieron marcharse. El acusado acercó a la mujer al coche, quien se sentó con el cuerpo hacia adelante y la cabeza sobre sus piernas. Permaneció unos minutos junto a ella, que seguía encontrándose mal, pero decidió abandonar el lugar, dejándola sola, a pesar de apercibirse del alcance de la indisposición. La sentencia recoge que un vigilante de seguridad halló el cuerpo sin vida de la mujer, unas horas después, en la misma posición en la que la dejó su pareja. Es evidente que la compasión es una virtud que no está al alcance de todos. Nunca deberíamos perder de vista el importante papel que tiene este valor en nuestro mundo. Cuando las personas nos conmovemos con el sufrimiento ajeno, creamos un entorno positivo y cohesionado, lo que mejora el bienestar emocional tanto de quien la recibe, como de quien la da. Porque ¿en qué queda un ser humano que no se estremece ante el dolor del otro? La compasión empuja, a quien la siente, a proteger al afligido o a remediar su dolor. En este punto, conviene distinguir la compasión de la lástima, pues esta última se asocia con un sentimiento de superioridad por parte de quien la siente. El Alto Tribunal asegura en su sentencia que la conducta del acusado resultó especialmente censurable desde el plano ético, pero el incumplimiento de un deber genérico de solidaridad, no es suficiente para considerar cometido el delito de omisión del deber de socorro. Parece que no todas las actuaciones miserables entran en el Código Penal. www.carloshidalgo.es