EL TURISMO NEGRO
Nos encontramos en la época del año donde mas turismo se hace. Para conocer el origen de la palabra turismo hemos de remontarnos al siglo XVI cuando jóvenes aristócratas (fundamentalmente británicos) realizaban lo que se conocía como el Grand Tour. Era de obligado cumplimiento, antes de dedicarse a sus quehaceres, conocer de primera mano las joyas europeas. Así, comenzaban un periplo donde visitaban Francia, Italia, Austria, Grecia y España. No vayan a pensar que recorrían la vieja Europa a “pinrel febril”, visitando cada día una ciudad. No. Con frecuencia el Grand Tour duraba entre 6 meses y un año. Además, como souvenir, no se volvía a casa con una lámina de Caravaggio; se venía con el cuadro original. Decididamente era otro nivel. Ahora, se ha vuelto a degradar el término, al ponerse de moda el turismo negro consistente en recorrer lugares que se han hecho famosos por alguna tragedia, bien sea una guerra, un fenómeno natural o una atrocidad humana. Así, si uno quiere sentir lo que fue el genocidio ruandés, en Ruanda se han dispuesto lugares con restos humanos y ropas ensangrentadas. Todo original. Si se desea, también hay un tour que nos lleva por las calles donde realizó sus asesinatos Jack el Destripador. Pero sin duda, uno de los destinos estrella del turismo oscuro es alojarse el Hotel Pripyat. Éste goza de una tranquilidad garantizada: es el único hotel de Chernobyl. Entre sus diferentes atractivos (barracón prefabricado con olor a orina) destaca la prohibición de abrir las ventanas, por el tema de la radiactividad, si no quiere uno volver con un tono verde fosforito ¿se le ocurre un sitio mejor para hacer una escapadita? www.carloshidalgo.es